En el post de hoy quiero compartir contigo lo que he aprendido sobre organización y gestión del tiempo. Todo gracias a las vacaciones de verano de mi hijo.
Pero primero déjame que empiece saludándote en condiciones… He seguido bastante activa en las redes sociales, pero tras 2 meses sin pasar por aquí ya se me estaba empezando a hacer un poco raro.
¡Hola! ¿Qué tal tu verano? El mío ha sido bastante…¿Cómo decirlo?… Intenso…
No tener que poner el despertador por las mañanas ha sido genial (aunque presiento que volver a pillar ritmo será durillo) y no ha impedido:
- Seguir participando en los proyectos de mis clientes.
- Planificar mi trabajo para los próximos meses (ya te iré contando novedades).
- Sacar adelante una formación gratuita de 8 semanas.
- Crear un nuevo curso De Mamá con Blog a Blogger Pro (del que estoy especialmente orgullosa así que no te vayas sin pasarte a verlo).
- Irnos unos días de camping.
- Tumbarme en el sofa a ver la TV, con mi marido, y hemos conseguido avanzar en un par de series nuevas que están realmente bien: Mr Robot y Stranger Things.
- Leer temas no relacionados con el trabajo (echaba de menos a Stephen King).
- Pasar toneladas de tiempo con mi hijo, lo que ha incluido ver la película de Angry Birds así como medio millón de veces jajajaj.
Y antes de que pierdas la paciencia y te empieces a preguntar qué tienen que ver todas estas actividades veraniegas con la mejora en la forma de organizar mi día a día, te diré que lo tienen que ver todo.
Pero mejor te cuento las conclusiones a las que he llegado y te voy explicando mejor:
¿De qué va esto?
Listas de tareas al poder
Hace algo más de un año que abandoné mi búsqueda de encontrar la app perfecta para organizarme y, salvo las alertas de la agenda del móvil, utilizo un bullet journal para controlarlo todo.
Durante el año me ha ayudado a mantener centraliza toda mi actividad, pero es que este verano me ha salvado la vida.
En junio preparé una lista de lo que quería conseguir durante las “vacaciones”, luego la dividí en objetivos mensuales, que he ido revisando y desglosando para planificar mis actividades a nivel semanal y diario.
Ya sabes que en verano el ritmo cambia. En mi caso Terremoto lleva en casa un par de meses sin ir a la guardería (iba poco rato, pero se notaba más de lo que yo pensaba) y se ha pegado a mi como una lapa. Es casi como si quisiese recuperar el tiempo que no estuvimos juntos durante el curso… Y mientras que papá estaba en el trabajo, yo apenas he podido acercarme al ordenador.
No te voy a mentir, algunos días me he sentido muy frustrada. Miraba mi lista de tareas, en la que aún no había tachado nada. Pensaba en esa clienta que está deseando estrenar web y me ponía de los nervios.
Pero luego pensaba en lo rápido que está creciendo mi hijo, en que en unas semanas empieza el cole y yo tendré un par de horas más para trabajar… Respiraba hondo y me iba a jugar con él, sabiendo que lo tenía todo perfectamente apuntado y controlado ;)
Así que si antes ya me gustaban las listas ahora me declaro fan.
Tengo listas para todo:
- los post del blog,
- los cursos que tengo que terminar y de los que quiero hacer,
- clientes que tengo en espera de empezar proyecto,
- desglose de las tareas pendientes en casa uno de los proyectos que tengo activos,
- lo que voy a cocinar cada día de la semana,
- lo que necesito para el inicio del curso de Terremoto…
Vamos, que si tenemos en cuenta el indice del BuJo, tengo hasta una lista de las listas jejjeje
Mantenerse enfocada para aprovechar cada segundo al máximo
Normalmente tengo tendencia a dispersarme, pero saber que sólo tengo media hora para grabar un vídeo, contestar unos emails, avanzar en el desarrollo de una web… Me ayuda a mantenerme centrada.
Este verano he practicado mucho eso de poner el móvil en silencio, cerrar el gestor de correo y dejar abierto sólo las ventanas que necesito para terminar con el siguiente punto de mi lista.
¿Y qué hacer cuando estás tranquilamente trabajando y se te ocurre una de esas ideas que te impulsa a cambiar de tarea y perder totalmente el foco? Pues para mi solución ha sido bastante más sencilla de lo que imaginaba.
Cuando se me ha cruzaba por la mente alguna de esas ideas, que pueden echar por tierra toda mi concentración, he recurrido a mi “lista de ideas a reposar” (gracias Neus por la sugerencia). Apuntaba ahí lo que fuera y a seguir con lo mío.
Sé flexible y pide ayuda porque no puedes controlarlo todo
Como te decía, este verano he pasado prácticamente todo el día con mi hijo en su versión “mamá, tú conmigo”
Mi niño, como la mayoría de los niños, es bastante muy activo y, aunque a ratos se entretiene sólo, prefiere jugar acompañado (lo que por otra parte me parece de lo más normal del mundo).
Así que aunque yo tuviera apuntadas X tareas para el día, he tenido que asumir que mi tiempo disponible es impredecible.
Lo urgente (menos mal que de esto hubo pocas cosas) lo solucioné pidiendo ayuda.
Y el resto, pues lo he ido cuadrando en función de mi horario.
Si un día no podía sacar algo adelante, pues revisaba si de verdad era necesario hacerlo ahora o podía esperar a más adelante y he ido rehaciendo la planificación en función de eso.
No intentar hacer lo que no has hecho durante el año en sólo dos meses
Unas semanas antes de empezar el verano, preparé una lista (sí, otra jejeje) de cosas que quería hacer cuando tuviera más tiempo libre. Iba desde hacer una limpieza general, hasta planear un rediseño del blog…
Pero luego descubrí que en verano, incluso parando el blog, tengo menos tiempo disponible…
Además que, precisamente por ser verano, lo que me apetecía era ir a darme un paseo con mis chicos, leer una novela… No ponerme a limpiar armarios
Así que por el bien de mi cordura, he decidido planificar esas tareas durante el año y dejarme de maratones.
Descansar te ayuda a ser más productiva
Un par de días antes de irnos de camping estaba super agobiada por todo el trabajo que se iba a quedar parado esos días.
Pero después de unos días de desconexión, resulta que, al volver a trabajar, todo fluía mejor y conseguí sacar adelante muchas de las tareas que tenía atascadas.
Con el cierre vacacional del blog ha pasado algo parecido.
Cuando decidí dejar de publicar durante el verano lo hice un poco preocupada por lo que pasaría con las visitas.
Y cuando esta mañana he ido a mirar las estadísticas… Resulta que de junio a septiembre ha aumentado en un 18%
Y estoy segura de que mucho de esto ha estado relacionado con seguir compartiendo mis post antiguos con BlogsterApp y a una campaña para captar suscriptores con Facebook Ads (ya te contaré mis experimentos con esto).
Conclusiones veraniegas
- Planificar es vital para conseguirlo. No sin mi lista! jejejej
- Se puede trabajar desde casa con un niño pululando alrededor. Es difícil (toda mi admiración a las que lo hacen a diario) pero no es imposible.
- Hay que ser realista con el tiempo disponible.
- Es importante ser flexible y pedir ayuda.
- Descansa sin remordimientos, no pasa nada por poner el blog en automático durante unas semanas.
Pufff menudo post largo que me ha quedado. ¿Se nota que tenía muchas cosas que contarte? jejje
Si has llegado hasta aquí, primero gracias y segundo… ¿cúal es tu secreto para sacar el blog adelante con los mil millones de otras cosas que tienes que hacer cada día?
¡Hola Jessica! Lo primero feliz regreso de vacaciones jejeje. Me ha gustado mucho tu post. Desde que trabajo en casa como mamá freelance me interesa mucho ver cómo organizan otras madres emprendedoras sus jornadas para ver qué puedo aprender y aplicar en mi día a día. Yo creo que no hay ningún secreto. Cada una intenta apañarse como puede y lo que un día te funciona al día siguiente ya no. Yo por el momento he conseguido organizar mi rutina con mi hijo de 17 meses. No va a la guardería así que aprovecho a trabajar mientras duerme (madrugando) o durante las siestas. Las noches también han sido mis aliadas este verano, cuando el peque descansaba y sabía que estaba el papi para atenderlo si se despertaba. Además, el frescor de las noches veraniegas ha sido muy agradable, jaja. Al final con ayuda, muuuucho esfuerzo y disciplina se logra. ¡Ánimo y gracias por compartir!
Eso mismo, hacemos lo que podemos, cuando podemos:)
Me han encantado tus conclusiones y tu capacidad para ser flexible y mantener siempre en mente lo importante. Has aprovechado el verano para testear cosas nuevas, eso está genial!!! Y encima los resultados ya ves, no?!?!?!?!!? Mil gracias por la mención, me alegra saber que te sirvió de ancla ante una tormenta de ideas :P
Besotessssss
Gracias a ti, que con todo lo que me estás ayudando te mereces, como poco, una montaña de menciones :)
Me ha encantado tu post! Me he sentido “retratada” en varias partes, como por ejemplo en ser un poco dispersa y la manía de hacer listas… Y aunque aún me debato en la idea de dedicarme a trabajar por completo desde casa, pues aún tengo un empleo de oficina, además del temor que me causa la decisión me pregunto cómo haré para gestionar con eficiencia mi tiempo. Por ahora, las noches-madrugadas son mis aliadas, pero sacrifico mucho una de tus recomendaciones que es el descanso. Me alegra mucho haber descubierto tu blog!
Lo de compaginar trabajo de oficina y proyecto paralelo me parece super cansado. Yo pasé por eso en mi etapa anterior y cuando pienso ahora en las horas de sueño que me quitaba… pufff… Menos más que era más joven jejejej
Y en cuanto a los horarios… te llevará un tiempo de ajuste, pero encontrarás tu equilibrio.
Ay, yo no tengo secreto, simplemente no soy capaz de hacerlo todo. No suelo agobiarme tampoco. Si hay cosas que no puedo hacer durante la semana, ya las haré durante el fin de semana cuando el padre no vaya a trabajar… Yo suelo dedicarle el tiempo que el peque duerme al blog y el resto del tiempo, cuando él no duerme, hacer esas cosas en las que, de querer estar conmigo, puedo dejar que “me ayude”. Me ha gustado mucho la idea del Bullet Journal, creo que la voy a probar :) (Yo también hago listas de todo…)
Lo de no agobiarse… Tengo mis momentos… A veces simplemente me frustro porque sé que estoy a unos minutos de acabar algo y el peque no puede esperarme más. Es esos casos me ayuda pensar que si yo soy impaciente, no es justo pedirle el esfuerzo a él. Así que respiro hondo, apunto rápido en donde me quedé y a jugar :)
Y el bullet es genial, a mi me ha librado de tener un montón de papelotes desordenados
Precisamente mi problema es que no me organizo! Aprovecho la siesta que mi peque se echa por la mañana para ponerme con el blog. Así que si un día me surge algo por la mañana, ya no puedo hacer nada. Por las tardes con dos niños me resulta imposible. Y por la noche lo intento, pero estoy agotada. Tampoco puedo madrugar, porque tienen un radar para cuando salgo de la cama…
Creo que tengo que empezar a hacer objetivos semanales y dividirlos para ir tachando y notar que avanzo.
Tendré que organizarme mejor!
Si, a veces, cuesta un poco (o mucho) encontrar el momento. Yo he acabado con el portátil en cama o adelantando lo que podía desde el móvil.
Pero si tienes claro lo que tienes que hacer, 5 minutos por aquí, 5 minutos por allí… Al final acabas haciendo más de lo que pensabas, si te animas a crear la lista lo comprobarás.
A mi lo que más me cuesta es gestionar las interrupciones, me suelen frustrar bastante, pero cuando no queda otra, pues toca respirar hondo… ;)