Esta no es la entrada que tenía planificada para hoy, pero es que estaba haciendo algo de investigación sobre un tema del que te quiero hablar en un par de semanas y he quedado hasta el moño de encontrarme post sin fechas de publicación.
Y como me siento muy frustrada he decidido cambiar el tema de hoy y desahogarme un poco contigo.
No se si a ti también te pasa. Pero, desde hace un par de meses, cada vez me encuentro con más blogs en los que no se muestra la fecha de publicación y esta moda esta empezando a sacarme de quicio.
¿Por qué eliminar la fecha de las entradas del blog?
Se supone que es una manera de prolongar la vida de un post. Las nuevas visitas no lo perciben como contenido antiguo y no utilizan este factor para entrar o no en la página. Por lo que es como si no caducara y la entrada no pierde visitas con el paso del tiempo.
Además ayuda a reciclar contenido antiguo y a disimular el hecho de actualizar el blog poco o de manera irregular.
Y como resultado de todo esto se supone que se obtiene una mejora en el posicionamiento y un mayor número de clics.
¿Por qué me molesta tanto?
A mi eso de que así el contenido no caduca no me acaba de convencer y me parece muy relativo. Sobre todo cuando hablamos de temas técnicos, en los que todo cambia tan rápido. Porque ya me explicarán ¿cómo voy a saber si lo que estoy leyendo sigue vigente si me quitan el contexto temporal?

Por poner un ejemplo. Cuando cambié el diseño del blog añadí la fecha de actualización de las entradas para que pudieras estar segura de que el contenido del post es válido. Y ayer mismo estuve haciendo nuevas capturas de pantalla para actualizar una guía de hace tres meses. Así que cuando haga los cambios podrás saber que son recientes sin esperar a leer la entrada completa. Lo que en mi humilde opinión personal tiene más sentido.
Si el post no tiene fecha ¿cómo voy a saber que lo que estoy leyendo sigue vigente?
La verdad es que todo esto me resulta frustrante.
Hasta hace nada entraba en un blog buscando un tutorial, miraba la fecha y podía hacerme una idea de si se trataba de algo que aún podía aplicar o tenía que seguir buscando otra cosa. Ahora no, tengo que perder tiempo, leer el post y aún así hay veces en las que no llego a tenerlo claro. Lo que para mi es un engorro y hace que tarde mucho más en hacer la parte de investigación de mi trabajo.
¿Excepciones?
De verdad, aunque hoy estoy un poco picada con el mundo, puedo entender que hay temas en los que no es tan importante y en esos casos no me desquicio tanto.
Si tu blog es sobre cocina, saber si la receta es de ayer o de hace 5 años no cambia que el resultado de cocinar el plato sea más o menos bueno.
Pero aún así, no me negarás que es un dato que ayuda establecer el contexto. Si me tropiezo con un blog que lleva sin publicar desde hace dos años, dudo mucho que me plantee suscribirme porque asumo que esta abandonado. En cambio, si veo que publica con cierta regularidad, pues hasta puede que me anime a comentar porque entiendo que hay alguien al otro lado.
Así que con tu permiso, déjame que hoy proclame mi odio a los post que se publican sin fecha.
¿Qué opinas? ¿Crees que me he levantado con el pie torcido y estoy exagerando?
Consultora tecnológica especializada en negocios digitales.
Soy mamá, compañera, emprendedora, blogger, programadora... y, si sueñas con cambiar el mundo, te ayudo a hacerlo ofreciéndote apoyo tecnológico.
Quiero que enfoques tus energías en lo que es importante para ti, sin sentirte frustrada por la tecnología.
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