¡Hola! ¿Qué tal? Yo estoy muy contenta de conseguir publicar esta entrada el día que la tenía planeada. Si habitualmente te pasas por aquí, te habrás dado cuenta de que últimamente ando un poco más acelerada de lo acostumbrado, pero no te creas que me estoy quejando. Todo lo contrario, en realidad es síntoma de que está aumentando mi carga de trabajo y de que tengo que reorganizar un poco mi horario ;)
Y como últimamente he recibido algunos mails de mujeres que están empezando con su blog, se me ha ocurrido preparar una serie de post sobre temas básicos. Si eres una de ellas, confío en que te resultarán útiles para arrancar con tu proyecto y, en el caso de que ya lleves un tiempo por aquí, te servirán para repasar algunas cosas que, con las prisas del día a día vamos dejando de lado.
Así que vamos a ponernos en situación:
- Imagina que llevas un tiempo dandole vueltas a la idea de crear un blog,
- has decidido lo que quieres conseguir con él y
- tienes claro el tema sobre el que tratará.
[piopialo vcboxed=»1″]Tu blog debería tratar sobre lo que te apasiona y hace imposible que no lo compartas con los demás[/piopialo]
Seguro que piensas que el siguiente paso es escoger la plataforma para crear el blog y ponerte a escribir, pero a mi se me ocurre una idea mejor.
¿Qué te parece si te sientas tranquilamente, buscas algo donde apuntar (para estas cosas yo uso papel y boli) y preparas una lista de los posibles post que quieres incluir en tu blog? Y cuanto mayor sea la lista, mejor. Y ojo que no te estoy pidiendo que me escribas el post entero, sólo que pienses en el tema que quieres tratar.
Quizás pienses que me he vuelto loca, que lo tuyo es improvisar y que como mucho puedes plantearte un par de entradas más. Pero todo tiene su razón de ser
Ventajas de tener una lista de post
- Te permite comprobar si el tema que has escogido es el bueno. Piensa que si no eres capaz de pensar en 20 o 30 posibles artículos es porque quizás no tienes mucho que decir al respecto. ¿Sobre que escribirás pasados los tres primeros meses?
- Puedes agrupar los artículos y organizar series temáticas.
- Te será más fácil programar tu calendario editorial y así saber sobre que tema escribir cada vez.
- Te ayuda a la hora de adelantar trabajo, por si quieres cubrir imprevistos (algún día lo conseguiré)
- Cuando te sientes a escribir no perderás tanto tiempo pensando en lo que harás, incluso si no usas un calendario editorial. Sólo tienes que escoger un tema de tu lista y desarrollarlo.
- Te permite tener un lugar donde almacenar las próximas ideas que se te ocurran.
Y no pienses que esto resta frescura a tu blog. El que tengas planificadas las próximas 30 entradas no te impide que si un día te apetece hablar de otra cosa no lo puedas hacer. Puedes ser todo lo flexible que quieras, con la tranquilidad de tener cubiertas las espaldas.
¿Qué pasa si ya tienes un blog?
Pues lo mismo, este es un ejercicio que puedes hacer 2 o 3 veces al año. Además siempre puedes tener en cuenta las fechas en las que promocionas alguno de tus productos y servicios y pensar en post que te sirvan para introducir lo que quieres vender.
Hace quince días que revisé las cuatro páginas de ideas que tengo apuntadas en mi libreta, me preparé una infusión, saqué el calendario y programé las entradas hasta febrero. ¿Te animas a hacer lo mismo y me dejas un comentario contándome qué tal?