Cuando lanzamos nuestro mensaje al mundo, esperamos que cause efecto WOW y resuene con fuerza en la cabeza de nuestro cliente.
Eso es lo que esperamos. No pretendemos que caiga en el agujero negro de los mensajes ni que rebote en su mente sin dejar apenas huella ni que se olvide con facilidad. No.
Queremos que sea memorable, que consiga ese clic tan ansiado y que cuando le surja ese problema que nosotras solucionamos, se acuerde de que podemos ayudarle.