Después de unos cuantos post de invitadas, ya tenía ganas de pasarme por aquí a contarte algunas cosas.
Tal vez sea que acabamos de empezar diciembre, que tengo la vista puesta en las navidades (ayer llevamos al peque a comprar un árbol y adornos) y en cómo me voy a organizar, que, sin querer, he empezado a hacer balance de lo que ha sido el 2016.
¡Espera! No cierres el navegador mientras piensas: «nooooo empieza el ataque de los post refritos y/o con objetivos de año nuevo!»
Ya sé que en nada la mayoría de los blogs tendrán su post de conclusiones, que puede que no sea muy original, pero en los últimos meses han cambiado muchas cosas por aquí y me apetece compartir contigo mis conclusiones.
Los cambios más notables han sido:
- El cambio de nombre, al dejar «Mamá es una friki» y empezar a usar mi nombre.
- El rediseño del blog
Y la verdad es que no vinieron precisamente en ese orden.
Todo tiene su momento
Hace varios meses que tenía guardada la plantilla del blog, pero ya sabes como va…
- que si el diseño anterior no estaba mal,
- que si siempre hay algo más urgente que hacer…
Vamos que me pasé casi un año posponiendo el tema, hasta que un día, actualizo Thrive Leads y resulta que deja de funcionar.
¡Quien me mandaría a mi ponerme a actualizar cuando estoy lanzando una promo!
Pero es que no lo puedo remediar, es ver el icono de actualización y me va mal si no actualizo
Y claro, una vez descubrí que el problema era que el plugin y la plantilla no eran compatibles, tenía 3 opciones:
- Volver atrás restaurando la copia de seguridad, quedarme sin actualizar y sufrir pensando que mi sistema no estaba en orden.
- Sustituir Thrive Leads por otro plugin similar… Lo que pasa que este es uno de mis plugins favoritos y no he encontrado ninguno que haga lo mismo igual de bien.
- Cambiar la plantilla… Que fue cuando me acordé de mi maravilloso tema hijo de Genesis y pensé, «esta es la mía, ya no hay excusas«
Pero justo cuando me iba a poner con el tema se me ocurrió… «ya puestos… por qué no darle un retoque al logo»
Preparé un par de bocetos que no me convencieron y de pronto, recuperé una idea que llevaba años rondando por mi cabeza «¿y si usaba mi nombre?»
Fuera miedos
El tema de usar mi nombre lleva años conmigo, ya en mi proyecto anterior fue una de las opciones que barajé. Aunque me conformé usando parte de mi apellido para darle nombre.
Y antes de decidirme por «Mamá es una friki» volvió a surgir la idea…
Pero ponerle mi nombre a un proyecto era algo que me superaba, me aterraba exponerme tanto «¿qué haría si metía la pata y algo salía mal?»
Si en la primera versión de la web no salía ni mi foto…
[piopialo vcboxed=»1″]No me dejaba ver y me quejaba de la falta de visibilidad del blog[/piopialo]
Pero poco a poco he ido encontrándome cómoda compartiendo pedacitos de mi, mostrando mi foto en los perfiles sociales, apareciendo en los vídeos que grabo para los tutoriales y los cursos… Y hasta le he encontrado el lado divertido.
Así que decidí apostar por mi y aquí estamos, con nuevo diseño y nueva url :)
Buscando nuevos retos
Pero no me he quedado ahí, sigo forzándome a salir de la zona de confort (ahí donde pasan las cosas que nos hacen crecer) y mi último reto fue presentarme voluntaria para participar como ponente en el Coruña Bloggers

- Me enteré de que se estaban juntando los bloggers de mi ciudad y pensé «puede estar guay ir«
- Me daba mucha vergüenza ir yo sola, así que lié a una de mis hermanas para que me acompañase.
- Mientras veía la charla pensé «que ambiente más majo, yo podría salir ahí y compartir lo que sé«
- Llegué a casa y me dije «estás como una cabra pero si te pones colorada sólo con que te miren mas de dos personas«
- Días después, lo hablé con mis compis de mastermind, que me animaron a apuntarme y en el momento de subidón que tengo cada vez que nos reunimos, no lo pensé y envié un email ofreciéndome a participar.
- Medio segundo después mi cerebro hizo «noooooooooo, pero que has hecho, ¡estás loca!» aunque me consolé pensando en que me dirían que no
- Pero me dijeron que sí y me quería morir. Aunque también estaba contenta y emocionada por la oportunidad de vivir esa nueva experiencia.
- Y mientras esperaba el día viví cambiando de opinión: «estás loca, no lo hagas / qué guay, saldrá genial«
Y luego resulta, que aunque estaba nerviosa y me temblaba un poco la voz, el tiempo se pasó volando, me lo pase bien (sobre todo en el turno de preguntas) y me sentí genial por haber hecho algo que hace un par de años era impensable.
Persigue tu sueño
Hoy me salgo del tema blogueril y te cuento todo esto para que veas que mis miedos no son tan diferentes a los tuyos…
Y aunque muchas veces me paralizan, intento centrarme en dos cosas:
- «¿Qué es lo peor que puede pasar si sale mal?» Piénsalo bien, seguro que en realidad no es tan malo
- «¿Y si sale bien?» ;)
Desde que nació Terremoto y su padre y yo apostamos por cambiar la forma de hacer las cosas, me he sentido aterrada un millón de veces…
Afortunadamente, por el camino he encontrando mucha ayuda que me ha animado a salir fuera de mi zona de confort.
Y ahora que se acaba el año, en vez de agobiarme pensando en lo que me queda pendiente de hacer, me apetece celebrar todo lo que he aprendido a lo largo del año.
¿Qué me dices? ¿Te apetece compartir conmigo alguno de tus logros? Ya sabes donde están los comentarios ;)
Consultora tecnológica especializada en negocios digitales.
Soy mamá, compañera, emprendedora, blogger, programadora... y, si sueñas con cambiar el mundo, te ayudo a hacerlo ofreciéndote apoyo tecnológico.
Quiero que enfoques tus energías en lo que es importante para ti, sin sentirte frustrada por la tecnología.
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